De burbujas salariales y meritocracia

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Pablo Grueso

Publicado el 31 de diciembre de 2021

Tras la publicación del primer episodio del TMDpodcast, iniciativa en la que participo como presentador, se ha generado cierta polémica en redes sociales en torno a la afirmación de que existe una burbuja salarial en el sector tecnológico. Las opiniones son múltiples, pero hay dos que me han llamado especialmente la atención: Aquellos que niegan que exista una burbuja y aquellos que defienden que no es una burbuja, sino justicia.

¿Hay una burbuja salarial en el sector tecnológico? Para mí es incuestionable que existe. Mi definición preferida de burbuja proviene del concepto “Exuberancia irracional” que acuñó Robert J. Schiller en su libro homónimo, y que popularizó Alan Greenspan.

¿Podemos hablar de que existe “Exuberancia”? Creo que los datos aquí dejan poco margen a la duda. En apenas 4-5 años los salarios han subido fuertemente, pudiendo encontrar ejemplos en cualquier web de empleo que alcanzan fácilmente cifras de 55-60k brutos anuales, sin hablar de puestos de liderazgo técnico. Aquí vemos una oferta de hasta 70k y lo que se busca es un desarrollador con 3 años de experiencia en React, y no es algo excepcional, solo lo cito para ubicarnos.

E incluso esa exuberancia se percibe aun más en los perfiles junior, con ofertas en las que se ofrece un salario de 30k para profesionales sin ninguna formación o experiencia, por seguir con los ejemplos del propio Manfred. No tengo una fuente fiable y contrastable para establecer un “índice salarial” en el sector, pero no creo que sea descabellado hablar de salarios que los salarios se han doblado en los últimos cinco años, lo que evidentemente es un crecimiento totalmente alejado de cualquier otro sector empresarial.

Ahora bien, ¿podemos hablar de que esta exuberancia es “irracional”? Aquí viene la parte más dura y controvertida, porque son posibles tantas argumentaciones como personas. En mi opinión, sí estamos ante una situación irracional. Si seguimos los parámetros habituales para evolucionar salarios no aparece explicación racional: el coste de la vida no ha aumentado en la misma proporción, ni las tarifas que los proveedores de servicios cobran a sus clientes tampoco lo ha hecho.

De hecho, aunque como toda realidad compleja tiene un origen multifactorial, la explicación viene dada por la irrupción en el sector de los fondos de capital riesgo, apostando cantidades millonarias en start-ups que no tienen como finalidad generar beneficios. Tan irracional como suena. El objetivo no es construir un modelo de negocio sostenible, sino lo suficientemente prometedor como para vendérselo al siguiente de la cadena. De la misma forma que antes de la crisis financiera de 2008 los fondos se dedicaban a hacer paquetitos de hipotecas subprime que sabían que nadie cobraría, que eran literalmente basura. Tanto si vivisteis la crisis en persona, como si tuvisteis la fortuna de saltárosla, os recomiendo ver la película The big short.

En esa burbuja hubo mucha gente que se hizo muy rica, muy rápido. Pero todos sabemos cómo acabo: con brillantísimos financieros y bonus increíbles metiendo sus cosas en cajas de cartón.

Si tenemos exuberancia irracional, y el comportamiento del mercado se parece tanto a las burbujas anteriores, ¿Por qué hay personas que necesitan negar que la burbuja existe? En el caso de los fondos y los propietarios de las empresas está claro: su expectativa de hacerse ricos, o simplemente mantener su ritmo de vida, requiere que el siguiente eslabón de la cadena crea que comprándole las acciones de su start-up van a poder revenderlas después por varias veces ese precio. Pero, ¿y los profesionales técnicos? ¿Qué interés pueden tener ellos en negar la burbuja?

La explicación es mucho más sencilla de lo que parece: porque también son humanos. Como nos recuerda Derek Muller en su canal Veritasium, infravaloramos la suerte y sobrevaloramos el nuestro esfuerzo cuando disfrutamos del éxito. Y es normal. ¿A quien le gusta pensar que en su éxito ha tenido una influencia decisiva algo que no dependía en modo alguno de sí mismo? Nos gusta mucho más pensar que se debe a nuestro mérito, y que lo hemos conseguido porque somos mucho más listos y hábiles que el resto. Tanto como los financieros de Lehman Brothers.

Entonces, ¿no aprovechamos esa burbuja solo por que no es mérito nuestro? Eso no parece muy razonable. En la vida vivimos momentos de mala suerte, en las que sufrimos por situaciones en las que no tenemos ninguna responsabilidad, ¿por qué vas a renunciar a disfrutar de los momentos de buena suerte? Mi único consejo es que nunca dejes de ser honesto, especialmente contigo mismo. Y tener un plan para cuando la burbuja explote.