Transformación e Inteligencia Artificial
El advenimiento de la Inteligencia Artificial (IA) está provocando, y más que lo va a hacer, una transformación radical en el panorama empresarial, obligando a las organizaciones a aumentar significativamente su capacidad de adaptación. Hace muchos años que las personas que nos dedicamos a ayudar a transformar empresas repetimos el mantra de «las formas de trabajo que te llevaron al éxito no te garantizarán que te siga yendo bien». Pero nadie parece tener especial sensibilidad a este mensaje, máxime cuando año tras año se siguen cumpliendo objetivos en la mayor parte de los casos. Pero la IA nos va a terminar dando la razón, por muchos motivos.
Optimización de procesos y roles
En primer lugar, la IA forma parte integral de la transformación digital en las empresas. Aquellas que deseen mantenerse a la vanguardia deben adoptar tecnologías de IA para optimizar procesos, mejorar la eficiencia y ofrecer productos y servicios innovadores que satisfagan las demandas cambiantes del mercado.
Además, la IA ya permite la automatización de una amplia gama de tareas, desde las más simples hasta las más complejas. Esto implica que muchas funciones que antes eran realizadas por humanos pueden ser llevadas a cabo de manera más rápida, precisa y económica por sistemas de IA. Las empresas deben adaptarse a esta automatización redefiniendo roles, capacitando a su personal en nuevas habilidades y reasignando recursos de manera efectiva. Tenemos que aprender a coexistir con la IA y, para ello, tenemos que aprender a usarla. Sí o sí. ¿Quieres un ejemplo? Mira, por ejemplo, lo que puede hacer TextCortex para ayudar a los profesionales del marketing.
Toma de decisiones
El análisis avanzado de datos, que permitirá a las empresas extraer conclusiones valiosas partiendo de grandes volúmenes de datos en tiempo real, es otro punto donde la IA será determinante. Esta información podrá utilizarse para tomar decisiones más informadas y estratégicas. Sin embargo, para aprovechar al máximo estas capacidades, las empresas deben adaptar sus procesos para integrar el análisis de datos en todas las áreas de la organización. Y esto chocará con mandos intermedios que atesoran y ocultan información como su salvavidas, con la falta de transparencia como parte del juego político dentro de las empresas. Con la ineficiencia humana, vaya.
La IA y el aprendizaje
Con respecto a la forma en la que aprendemos, la IA ya permite una mayor personalización del contenido de formación, adaptándolo a las necesidades individuales de cada empleado. Un ejemplo del que todo el mundo ya puede disfrutar son aplicaciones el mundo del aprendizaje de idiomas, como TalkPal, donde un profesor virtual puede hablar con nosotros, recordar todo lo que dijimos y corregir todas nuestras frases erróneas. Este tipo de aplicaciones analizan datos sobre el progreso y las habilidades de cada persona, y pueden recomendar materiales y actividades específicas que optimicen el aprendizaje. Esto permite a cada persona avanzar a su propio ritmo, recibiendo apoyo adicional en áreas donde se necesite y avanzando rápidamente en conceptos que ya dominen.
La generación automatizada de contenido de formación es otra área donde la IA juega un papel crucial. Esta tecnología permite crear materiales de capacitación, simulaciones interactivas y tutoriales personalizados de manera eficiente y escalable. Además, la IA puede actualizar continuamente este contenido para mantenerlo relevante y al día con las últimas tendencias y avances en el campo.
User Experience
Adicionalmente, la IA permite una personalización sin precedentes en la interacción con los clientes. Desde recomendaciones de productos hasta servicios al cliente basados en chatbots, la IA puede adaptarse a las preferencias individuales de cada cliente, mejorando así la experiencia como usuario. Las empresas deben adaptar sus estrategias de marketing y servicio al cliente para aprovechar estas capacidades y satisfacer las expectativas cada vez mayores de los consumidores.
Conclusión
Todo esto es, desde luego, abrumador. Pero la IA va a establecer cada vez más distancias entre quienes se aventuren a usarla y adoptarla y quienes no. Vivimos un momento histórico en el que nadie es capaz de ver más allá de unos pocos años. Hay un potencial brutal, hay problemas éticos, legales y morales que resolver. Incluso una probable falta de suministro eléctrico o aumento del precio de la energía precisamente derivado del uso masivo de la IA. Con este panorama, no hay una formula mágica que asegure la supervivencia de ningún modelo de negocio o profesión a día de hoy. Y precisamente por esto, lo que es seguro, innegable, es que cada vez más las empresas necesitan ser más adaptables. Necesitan ser flexibles para poder absorber todos esos cambios. Agilidad empresarial, lo llamaban, aunque la resistencia al cambio ha estado ganando la batalla hasta ahora en muchos casos. Pero no creo que seguir resistiendo al cambio vaya a seguir siendo una opción mucho más tiempo. La IA está provocando cambios exponenciales.
Y, si has llegado leyendo hasta el final, es porque el tema te interesa, así que te animo a que revises el vídeo de un webinar de la Business Agility Corporation en el que Snehal Talati, personaje de referencia en temas de IA y Transformación, hace una brillante exposición sobre todo lo que implica y va a implicar la IA, en relación con la transformación en las empresas. Te ayudará a abrir los ojos: